Podemos retomar esta oración de consagración al Sagrado Corazón de Jesús escrita por Pedro Arrupe, SJ, Prefecto General de la Compañíade Jesús, hace 50 años. “Padre Eterno”, Mientras Ignacio rezaba en la capilla de la Storta, quisisteis, por un singular favor, aceptar la petición que os dirigía desde hacía tiempo por intercesión de la Virgen de “ser colocado con vuestro Hijo”.
Quiero que nos sirva
También le aseguró que sería su apoyo, diciendo: “Estaré contigo”. Llegó a expresar su deseo de que Jesús, encargado de la Cruz, le tomara como su servidor, lo que Jesús aceptó dirigiendo a Ignacio estas inolvidables palabras: “Quiero que nos sirvas”.
Sirviendo bajo la bandera de la cruz
Nosotros, los sucesores de ese puñado de hombres que fueron los primeros “compañeros de Jesús”, asumimos a nuestro vez esta misma petición de ser colocados con tu Hijo y servir “bajo el estandarte de la Cruz”, donde Jesús está clavado en obediencia, con el costado traspasado y el corazón abierto como signo de su amor por ti y por toda la humanidad.
Consagración al Sagrado Corazón de Jesús
Renovamos la consagración de la Compañía al Corazón de Jesús y prometemos una mayor fidelidad, pidiendo tu gracia para seguir sirviéndote a ti y a tu Hijo con el mismo espíritu y fervor que Ignacio y sus compañeros. Por intercesión de la Virgen María, que aceptó la petición de Ignacio, y ante esta Cruz donde Jesús nos entregó los tesoros de su corazón abierto, decimos hoy, por Él y en Él, desde lo más profundo de nuestro ser:
Toma, Señor, y recibe toda mi libertad, mi memoria, mi inteligencia y toda mi voluntad, todo lo que tengo y poseo; tú me los has dado; a ti, Señor, te los devuelvo; todo es tuyo, hazlo según tu entera voluntad; dame sólo tu amor y tu gracia; eso me basta.
Pedro Arrupe, SJ