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En la celebración de la Natividad, se nos presenta, en un pesebre, a un recién nacido. Un humano en lugar de comida; algo curioso. Más tarde, Jesús mismo diría: “Yo soy el pan vivo bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre” (Jn 6,51). El signo del pesebre encuentra su explicación.

Jesús se convierte en alimento para nosotros

Dios se convierte en alimento para los hombres. Y, para coronar el escándalo, es a los pastores, a esa gente marginada, miserable, marginada, a esos cuya vida está jalonada por los movimientos de su ganado, a esos que viven en la oscuridad de los pastos, a esos que han olvidado el camino del templo, a quienes se anuncia la buena nueva: “Os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador que es Cristo, el Señor” (Lc 2,11).

Dios con nosotros

Hermanos y hermanas de la Sociedad de Vida Evangélica del Corazón de Jesús, Dios viene a nosotros en nuestras tinieblas, en nuestras dificultades, en nuestras miserias. Nos invita a llenarnos de su presencia, a saciar nuestra sed de la vida que brota del Verbo hecho carne. Pero nos invita, también y sobre todo, a anunciar esperanza y alegría a los marginados, a los miserables, a los olvidados que pueblan las periferias.

Con Jesús, convertirse en luz

Seamos portadores de luz en la oscuridad de todos, mediante nuestra cercanía orante y activa. Nuestro compromiso al servicio de una humanidad en crisis es la prenda de nuestro caminar más cerca de Cristo. No olvidemos a los países en guerra (Ucrania, Rusia, RDC…), a los países y regiones sacudidos por violencias de todo tipo (América Latina, África, Oriente Próximo y Oriente Medio…); no olvidemos a los ciudadanos del mundo, víctimas, a cualquier nivel, de las múltiples privaciones impuestas por las guerras, el terrorismo, las catástrofes naturales, la degradación del medio ambiente…


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Ojos fijos en Cristo

Al entrar en el año de gracia 2023, fijemos nuestra mirada en Cristo, Él que es justicia, paz y alegría. Hagamos nuestras las miserias de nuestros hermanos y hermanas, para que donde haya desesperación, pongamos esperanza, y donde haya tinieblas, pongamos luz.

¡Feliz Año Nuevo a todos!

Médard Delali K.AVEGNON


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